IEP: Ciclo Caravaggio – Conferencia de Ramon d’Illa a las Cavas Jané Ventura del Vendrell

Ramon  d'Illa
Foto Dolores García

Una aproximación para descubrir la pintura de  Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571 - 1610), su simbolismo y la sociedad en la que se movió.
Caravaggio i el mundo de la uva y el vino.
Extracto de la conferencia ofrecida por Ramon d’Illa.
En el año 2010 se cumplió el 400 aniversario de la muerte de Caravaggio,  la celebración del mismo se convirtió en un verdadero acontecimiento en Italia, hasta el punto en que su nombre se transformó en un verdadero elemento de promoción turística. Incluso se desarrollo una verdadera devoción por él como lo demuestra que sea habitual visitar el lugar donde se conservan sus supuestos huesos.
La conferencia se realizó en el marco de las Jané Ventura
Foto: Dolores García

Famoso ya en vida, se escribieron de él dos biografías en su tiempo, la de Giulio Mancini, la otra de Giovanni Baglione; este último había mantenido un pleito con Caravaggio y en cierto grado, esta falta de entendimiento entre ellos se evidencia en sus textos; así lo define como un hombre que critica a todos y que era probablemente soberbio.

Aunque en su tiempo fue reconocido, con la siguiente generación empezó su olvido. Algunos autores como Poussin lo describen como  “quien ha venido al mundo para acabar con la pintura”.

En los siglos XVIII i XIX, simplemente se ignora la obra de Caravaggio.
Las cavas Jané Ventura mantienen una fuerte
relación con el arte y la música,
cada etiqueta de cada producto
es el fruto de un concepto
ligado al paisaje y el arte,
en este caso los toneles son obras
de diversos autores,
la primera a la derecha ha sido pintada
por Teresa Baltasar (Llorenç del Penedès)
Foto: Dolores García

Pero en el siglo XX se la vuelve a valorar, y se escribe de él como hizó André Berne-Joffroy “con Caravaggio empieza la pintura moderna”,  su obra (Le Dossier Caravage)  sobre el pintor es un best seller, en el que destaca aspectos pretendidamente negativos, como incidir en su pretendida homosexualidad, argumentada a menudo en su forma de pintar jóvenes  de aspecto delicado, de marcada androginia femenina.

Caravaggio empezó a trabajar en el taller de Peterzano.  El legado de Leonardo da Vinci y su naturalismo están presentes i el joven hace estudios del natural.

Se trasladó a Roma, una ciudad en plena reconstrucción porque los cardenales querían transformarla en una ciudad que pudiera ser equiparada a la Jerusalén  celestial, y ello suponía un gran número de encargos artísticos. Era un tiempo donde estaba mal visto no tener mecenas y vivir de pintar y andar vendiendo los cuadros a quien quisiera comprarlos.



Caravagio trabaja en Roma en el taller de Giuseppe Cesari  para quien pinta las frutas de las guirnaldas de los murales de los encargos que le realizan.

Entre sus primeras obras el  Joven con un cesto de frutas,  de un naturalismo evidente, que trae al recuerdo el relato de las uvas de Zeuxis que había narrado Plinio, una historia sobre el enfrentamiento entre los pintores Zeuxis y Parrasios, para dirimir quién era capaz de pintar con mayor realismo. Zeuxis pintó un cuadro sobre uvas, que los pájaros fueron a picar, de tan reales que parecían, pero Parrasios havia pintado una especie de trapo que parecía tapar el cuadro, cuando Zeuxis le pidió que lo levantara, Parrasios le confesó que estaba pintado.  Frustrado por la derrota Zeuxis pintó un cuadro con un joven y frutas, de nuevo los pájaros fueron a picarlas y el más frustrado todavía se dijo a si mismo que si hubiera pintado el joven tan real como las frutas los pájaros se habrían espantado y no se habrían acercado al cuadro.

La pintura de frutas escode todo un mundo de significados ligados a la sensualidad. Una mirada a la obra de Vincenzo Campi  “La vendedora de verduras” de 1580, que a además de ser un complejo ejercicio técnico, según los historiadores la visión del escote de la mujer que ofrece los melocotones y la uva que aparece en segundo término, se han de interpretar como si la vendedora se ofreciera a sí misma.  O el cuadro del mercado de Pieter Aertsen  donde la vendedora parece formar parte de la mercancía; o el de Joachim Beuckelaer  sobre un mercado con un Ecce Homo al fondo, al que nadie presta atención, y donde el detalle de la descripción del mercado incluye observar donde está la mano de uno de los compradores.

La Cesta de Frutas:
La idea académica de lo que era una pintura de primer orden tenía mucho que ver con el motivo de la misma. Eran importantes la histórica, el retrato, el mundo religioso. Pero Caravaggio decide pintar una Cesta de Frutas.

No se trataba de un complemento, era el sujeto del cuadro. Sin embargo esta obra está cargada de simbolismo.  Por debajo de la apariencia se oculta un significado que únicamente un iniciado puede entender. Caravaggio era una de esas personas cultas e iniciadas.

Su cuadro, observado atentamente, muestra unas frutas algo envejecidas, un símbolo de la vanidad, de aquello que hoy está vivo y mañana muerto. La obra era un encargo de un cardenal, en un tiempo en que la contrarreforma estaba en pleno auge, y donde las prédicas de austeridad de Borromeo eran una constante.

Baco enfermo:
Caravaggio enferma, y se pinta a sí mismo como un Baco de labios azulones y piel amarillenta, y con unas frutas en las que se puede apreciar la pelusa de los melocotones. Se pinta como el dios de la creatividad, con uñas sucias, y con una sola conexión con el clasicismo, la especie de toga que viste; la hiedra símbolo de confianza  que  en medio de su enfermedad está declarando que triunfará;  todo una ruptura con las normas rígidas.











Los Músicos.
Son otra muestra de simbolismo, la uva y Cupido significan que sin amor no puede haber genio creador y  tomando en cuenta que para cantar hacía falta beber vino, el vino era signo del motor de la creatividad artística.

Caravaggio es un pintor que juega con el naturalismo, con la luz, con el claroscuro que dará lugar, dentro del barroco,  a lo que se llamará el tenebrismo.



Su detallismo en la pintura se puede observar en Baco Joven, en la que un muchacho de ojos vidriosos, con una copa en la que pueden verse las ondas que demuestran que hace poco se ha bebido de ella, o con una botella rellenada tan recientemente que aún persisten las burbujas; toda una incitación a participar del ritual, y aunque parezca imposible, en el vino de la botella hay un retrato de Caravaggio.

A pesar de los años transcurridos su obra sigue hoy siendo una fuente de inspiración para nuevos autores y la recreación de ellas es evidente en Cindy Sherman, Olaf Nicolai, Vik Muniz, David White…

Unas últimas palabras, si tienen la oportunidad de asistir a alguna conferencia de Ramon d’Illa, esta o cualquier otra sobre arte, no se la pierdan, lo que han leído es solo una pincelada de lo didáctica, atractiva, interesante y instructiva que resultó asistir a esta en las Cavas Jané Ventura del Vendrell.


Una visita a las cavas y una cata
de productos Jané Ventura pusieron
el punto final a la jornada.
Foto:Dolores García



Cavas Jané Ventura: etiquetas y arte conceptual 

Una vez concluida la conferencia de Ramon d’Illa se pudo efectuar una visita guiada a las Cavas Jané Ventura, una empresa que destaca por la calidad de sus productos y su relación con el arte y la música.
Gerard Jané (izquierda)  con Ramon d'Illa
en un momento de la visita.
Foto: Dolores García





Prueba de ello son productos como el Cava de l’Orgue, producido para dar apoyo a la reconstrucción de este instrumento de la Iglesia Parroquial del Vendrell, o el hecho que las etiquetas de algunos de sus  productos sean la plasmación conceptual  del paisaje del Penedès





No hay comentarios:

Publicar un comentario

My Instagram